Taller de juegos de mesa con María Samper

El pasado lunes 24 de marzo INVTICUA25 recibió una visita inesperada. María Samper y dos compañeros más veían a presentar su "Taller de juegos de mesa aplicados a la Didáctica de la Lengua y la Literatura". 

Como siempre, la sesión comenzó con una canción, que en este caso fue Claro de Luna, de Beethoven. Pero a continuación no tomaron la palabra ni José Rovira ni Sebastián Miras, sino María Samper. Rápidamente, introdujo el concepto de gamificación e hizo un balance entre las ventajas y las desventajas de utilizarla en el ámbito de la didáctica. No obstante, como bien adelantaba la última entrada del blog de INVTICUA25, a aquella clase habíamos ido a jugar. Enseguida presentaron la selección de juegos de mesa por la que se habían decantado en esta ocasión y empezamos a jugar. A mi grupo le tocó enfrentarse al GM (la propia María Samper), al que tardamos un par de horas en vencer...

No tuvimos, por tanto, la oportunidad de probar los demás juegos (tampoco el de Pablo Maroto, que, a juzgar por las publicaciones de mis compañeros, parece una pasada), pero mereció la pena. 

Ahora, respondamos: 

¿Qué juegos de mesa conoces o juegas habitualmente? ¿Recuerdas algún juego cuando estudiabas en el Instituto?

Normalmente recurro a juegos como el UNO, el Trivial o el No Panic, juegos de mesa bastante populares a los que suelo jugar con amigos o familiares en la playa, la piscina o un domingo lluvioso por la tarde. Se trata de juegos poco inmersivos que resultan eficaces para amenizar algunas reuniones. 

Por otra parte, no recuerdo haber utilizado juegos de mesa en el Instituto. 

¿Qué uso le das o darías a los juegos de mesa en tus clases? ¿Puedes trabajar la lengua o la literatura? 

Lo cierto es que existen juegos de mesa propiamente lingüísticos, tales como el Scrabble, o quizá, el mismo juego de mesa de Pasapalabra, con los que se podría trabajar las clases de palabras, los distintos fenómenos de formación de palabras y otros aspectos de la morfología del español. También se podría recurrir a juegos de cartas como el ideado por Pablo Maroto para explicar los movimientos literarios, destacar la figura de determinados autores y determinadas obras, etc. 

Ahora bien, ¿cómo puede ayudar The Goonies a la didáctica de la lengua y la literatura? Me vengo haciendo esta pregunta desde que empezamos a jugar. De manera general, claro está, el juego, dado que se basa en el trabajo colaborativo, activa alunas competencias clave y específicas. Por lo que respecta a la didáctica de la lengua y la literatura, imagino que contribuye, como los juegos de rol, al desarrollo de destrezas como la expresión, la comprensión y la interacción orales. En este sentido, los juegos de mesa ofrecen muchísimas opciones. 

Comenta alguno de los juegos vistos en clase u otro que conozcas y/o juegues habitualmente. 

No me suelen gustar los juegos con tablero y, como habréis podido ver, los juegos a los que acudo con más regularidad no presentan ninguna dificultad. Puesto que me parece que, adaptándolo, se podría utilizar para explicar literatura de manera eficaz, en esta pregunta quiero hablar del ¿Qué soy yo?

Se trata de un juego de mesa competitivo al que se puede jugar con un número de jugadores ilimitado. Al comienzo de la partida, cada uno de los jugadores elige una tarjeta al azar. Pueden ver la de los demás, pero no la suya, puesto que el objetivo del juego es adivinar quién o qué es. Para ello, en su turno, los jugadores pueden hacer preguntas de sí o no al resto de jugadores. Si bien gana el que antes adivine su identidad, se puede seguir jugando hasta que todos lo logren.