Práctica 12. Parte 1. Constelación universo

 1. Introducción

Luis Cernuda nació en Sevilla en 1902 y falleció en Ciudad de México en 1963. Fue uno de los escritores más característicos de la Generación del 27 y una de las voces más íntimas y más revolucionarias de la poesía española de los años XX. Su obra está profundamente marcada por el paso entre la realidad, por la lucha del deseo, así como por su condición de exiliado, consecuencia de la Guerra Civil española. Cernuda unificó en su poesía una sensualísima y fuerte conciencia crítica y una profunda lírica. La búsqueda de la libertad personal, el amor homosexual, la rebeldía con respecto a las normas sociales y la nostalgia de una patria perdida son consignas ineludibles de su mundo poético. En el desarrollo de la práctica nos acercaremos a él de una manera múltiple: su recorrido biográfico, su contexto literario, su red bibliométrica, representaciones audiovisuales, creación literaria a partir de su obra y una memoria reflexiva final. Este múltiple acercamiento no quiere conocer a Cernuda, sino colaborar con la vigencia de su palabra poética en los tiempos actuales. 

Como ya adelantamos en la introducción, esta constelación literaria multimodal se construye en torno a la figura de Luis Cernuda. A partir de ella se incluyen todas aquellas referencias vinculadas con su vida, su obra, con las relaciones intertextuales que se establecen con otros autores y épocas, así como otros aspectos como manifestaciones culturales actuales o transmedia. Tal y como apuntamos, el nodo central representa a Luis Cernuda, del cual surgen el resto de conexiones y enlaces. El primer nivel de la constelación literaria está formado por cuatro nodos principales: “Producción literaria”, “Vida privada y contexto biográfico”, “Influencias y traducciones” y “Otras artes y referencias culturales”.

Comenzaremos a desarrollar el primer nivel llamado “Producción literaria”, compuesto por cuatro apartados que recogen la poesía, la prosa, la crítica literaria y la correspondencia mantenida por el autor con distintos escritores coetáneos. Por lo que respecta a la poesía, se destaca La realidad y el deseo publicada en 1936 por ser la obra que mejor representa el conjunto y la esencia de su producción poética. En ella se encuentran recogidos los poemas “A un poeta muerto F.G.L” inserto en Las nubes y “He venido para ver” recogido en Los placeres prohibidos. En este último poema, el símbolo de la mariposa constituye una referencia intertextual con el álbum ilustrado Los amantes mariposa.

En el nodo ‘Prosa’ encontramos diferentes obras del autor. Ocnos (1942) es un poemario en prosa en el que se puede apreciar una gran influencia de sus poetas predilectos de la Antigüedad (Virgilio y Teócrito) como, por ejemplo, en la descripción idealizada de la naturaleza, así como de las ninfas y los dioses. Así en este fragmento se puede apreciar: “Poco a poco la copa del cielo se iba llenando de un azul oscuro, por el que nadaban, tales copos de nieve, las estrellas. De codos en la barandilla, era grato sentir la caricia de la brisa. Y el perfume de la dama de noche, que comenzaba a despertar su denso aroma nocturno, llegaba turbador, como el deseo que emana de un cuerpo joven, próximo en la tiniebla estival”. Se manifiesta una naturaleza idealizada y animada, con el cielo y las estrellas descritos de forma casi mágica y la brisa y los aromas nocturnos adquieren una cualidad sensorial y espiritual que remite a la atmósfera de los idilios de Teócrito y las églogas de Virgilio. Aunque no se mencionan explícitamente ninfas o dioses, la presencia de lo divino y lo mítico se insinúa en la sensualidad y la trascendencia de la experiencia natural, evocando el mundo clásico y sus deidades tutelares del paisaje. Posteriormente, llegamos a Tres narraciones en 1948, Variaciones sobre tema mexicano en 1952 y Relatos breves durante la Guerra Civil en la revista Hora de España. Por lo que respecta a su faceta como crítico literario, destaca Estudios sobre poesía española contemporánea de 1957, en la que se aventura tanto con las Soledades de Antonio Machado como con el Romancero Gitano de Federico García Lorca. Y, finalmente, debemos mencionar las cartas a Gerardo Diego, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Valle-Inclán.

El segundo nodo, denominado “Vida privada y contexto biográfico”, se divide en cuatro partes principales: “Guerra Civil”, “Homosexualidad”, “Generación del 27” y “Colaboraciones”. Si bien Luis Cernuda estudió la carrera de abogacía, no fue hasta la muerte de su padre cuando se inclinó por su vocación poética. Así, sus primeras producciones lo llevaron a visitar la capital madrileña, donde se abriría terreno en los círculos intelectuales, conociendo a autores tan relevantes como Juan Ramón Jiménez.

El yo poético de Luis Cernuda entronca con la tradición romántica en la que se concibe al poeta como un individuo solitario capaz de expresar lo que otros no pueden. En esta línea, su obra poética está influenciada, como comentaremos más adelante, por autores alemanes como Novalis o escritores españoles como Adolfo Gustavo Bécquer. El poeta es un sujeto “maldito” o “diferente”. En el caso de Luis Cernuda, la condición de la diferencia viene determinada por su homosexualidad, que marcará su poesía con un tono rebelde y una frustración frente a la discriminación a la que está sometido por la sociedad. De hecho, gracias a la recomendación de Pedro Salinas, las obras de André Gide –Pretextes, Nouveaux Pretextes, Morceaux choisis y Corydon– contribuyeron en la resolución de su orientación sexual, la cual reivindica abiertamente en Los placeres prohibidos. A raíz del asesinato de Federico García Lorca, entre finales de 1936 y comienzos de 1937, Luis Cernuda compuso una emotiva elegía en su memoria, titulada “A un poeta muerto (F.G.L.)”. Cuando el poema se publicó por primera vez en el número VI de la revista Hora de España, en junio de 1937, tuvo que omitir la sexta estrofa, que aludía a la homosexualidad. Esta censura fue impuesta por Wenceslao Roces, quien entonces ocupaba el cargo de subsecretario en el Ministerio de Instrucción Pública de la República. El poema no vio la luz hasta 1940, cuando se incluyó en Las nubes, parte de la segunda edición de La realidad y el deseo. Sin embargo, reconoce que su condición sexual no fue el obstáculo principal de su vida, sino el hecho de ser español, porque no podía formar parte de una sociedad que había sometido el respeto y el libre albedrío al dogma vigente.

Cernuda colaboró antes de su exilio en diferentes revistas españolas, entre ellas: Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset, fue una de las principales revistas culturales e intelectuales del país; Litoral, editada en Málaga y vinculada estrechamente a la Generación del 27, fue un medio importante para poetas como Luis Cernuda, Federico García Lorca y Rafael Alberti; Mediodía, revista sevillana en la que colaboró en sus primeros años como poeta; y, finalmente, Hora de España, publicación fundada por Cernuda junto con Juan Gil-Albert y Rafael Alberti y vinculada al gobierno republicano durante la Guerra Civil, en la que publicó su elegía a Lorca.  

Debido al estallido de la Guerra Civil, el autor tuvo que exiliarse en diferentes geografías. En Inglaterra, impartió clases de literatura en Cranleigh School, donde comenzó a aprender inglés y a leer clásicos como W. Blake y John Keats en su idioma original, actividad que le capacitó para su futura labor como traductor. Más tarde, emigraría hacia el norte, tras aceptar un puesto de lector en la Universidad de Glasgow (1939-1943). En 1943, firmó un contrato en la Universidad de Cambridge, que duraría hasta 1945, para empezar a trabajar en el Instituto Español de Londres. Sin embargo, renunciaría a su puesto fijo en esta institución en septiembre de 1947, ya que su amiga Concha de Albornoz le ofreció un puesto con mejores ingresos en el Mount Holyoke College de Massachusetts. Más tarde, viajó por primera vez a México y en 1952 decidió trasladarse definitivamente a este país, donde impartió clases de teatro español y francés del siglo XVII desde 1954 hasta 1960 en la Universidad Nacional Autónoma de México. Tras salir a la calle y escuchar la lengua propia de la que tantos años había vivido alejado, se fortaleció su sentimiento de pertenencia a la lengua española, lo que le llevó a identificar un nexo común entre lengua materna-identidad-poesía-conciencia. Así lo establece en “La Lengua”, el poema con que inicia Variaciones sobre tema mexicano: «Sentí cómo sin interrupción continuaba mi vida en ella por el mundo exterior, ya que por el interior no había dejado de sonar en todos aquellos años». Si bien regresó a Estados Unidos en más de una ocasión, el poeta acabó muriendo finalmente en México en 1963. 

En el tercer nodo, denominado “Influencias y traducciones”, se recogen algunas de las influencias que más marcaron al poeta, así como las traducciones que aportó al marco literario. Dicho esto, Luis Cernuda forjó su estilo a partir de una rica red de influencias literarias. Admiró profundamente a los poetas románticos europeos como John Keats y Friedrich Hölderlin, cuyas obras le inspiraron una visión idealista y emocional de la poesía. También sintió una especial conexión con la tradición lírica española, particularmente con Gustavo Adolfo Bécquer y con Garcilaso de la Vega, de quienes heredó una sensibilidad melódica y un tono elegíaco que se perciben en muchos de sus versos.

Entre sus contemporáneos, Cernuda tuvo en alta estima a Juan Ramón Jiménez. De él aprendió la importancia de perseguir la pureza poética, eliminando lo superfluo y centrando su escritura en lo esencial y duradero. Otra figura clave en su evolución poética fue el británico T. S. Eliot, cuya influencia se manifiesta en la introducción de una poesía más reflexiva e intelectual. Eliot le enseñó a conjugar el lenguaje escrito con el hablado y a buscar una armonía que permitiera al poema pensar sin perder su musicalidad.

Además de ser poeta, Luis Cernuda fue un destacado traductor, especialmente de poesía francesa e inglesa. Su primera traducción conocida fue una serie de seis poemas del surrealista Paul Éluard, titulada El amor la poesía, publicada en 1929 en la revista Litoral. Esta experiencia marcó el inicio de una fructífera labor traductora.  

Más adelante, comenzó a traducir poesía inglesa. La traducción de dos sonetos de William Wordsworth supuso el reconocimiento de su labor como traductor. A lo largo de los años, vertió al español poemas de autores fundamentales como William Blake, John Keats y W. B. Yeats, trabajos que reunió en su libro Poesía y literatura (1960). También tradujo obras teatrales, como Troilo y Crésida, de William Shakespeare, en 1953. A través de estas traducciones, Cernuda no solo difundió la obra de grandes autores extranjeros, sino que también enriqueció su propia escritura, dialogando constantemente con otras voces literarias.

Finalmente, el cuarto nudo, “Otras artes y referencias culturales”, aborda cómo la figura de Luis Cernuda ha trascendido la palabra escrita para convertirse en un referente cultural proyectado a través de múltiples lenguajes artísticos y formatos contemporáneos. Esta sección se estructura en seis grandes apartados que muestran su presencia viva más allá del canon literario, su representación en medios audiovisuales, su influencia en la música, cómics y novelas gráficas, arte urbano, memoria patrimonial en Sevilla y celebraciones culturales institucionales.  

En primer lugar, los medios audiovisuales han desempeñado un papel fundamental en la difusión y reinterpretación de su figura. Entre los trabajos más destacados se encuentra Luis Cernuda. El habitante del olvido, documental dirigido por Adolfo Dufour. Esta obra se caracteriza por su narrativa singular, compuesta exclusivamente por textos y poemas del propio Cernuda, sin voces externas. A través de su palabra, el poeta reconstruye su vida, su infancia, su exilio, la soledad, el amor, el desamor y su identidad homosexual, temas vertebrales en su obra. La inclusión de referencias a su amor por el cine y el jazz ofrece una mirada más íntima y completa sobre su universo personal. Otro documental relevante sobre la Generación 27 es La luz y la palabra, producido por Canal Sur, que ofrece una panorámica del grupo al que perteneció Cernuda. Se recuerda la histórica reunión de poetas en Sevilla en 1927 y se analiza el impacto cultural del movimiento, así como las consecuencias del exilio tras la Guerra Civil. En este contexto, la figura de Cernuda se enmarca en una red de creadores que transformaron la literatura española del siglo XX. También destaca Realidad: el exilio real, producido por la UNED con motivo del centenario del nacimiento del poeta, el cual se centra específicamente en su experiencia del exilio político. A través de una mirada crítica y académica, el documental indaga en cómo la vivencia del desarraigo marcó profundamente su escritura, reforzando su exploración constante del deseo, la identidad y la memoria. Por último, México, final de dos amores, dirigido por Rosa Teixidor, aborda los últimos años del poeta en México, su país de acogida. La producción se detiene especialmente en su obra tardía, con libros como Donde habite el olvido y Poemas para un cuerpo, y pone el foco en la honestidad con que Cernuda abordó su homosexualidad, reafirmándolo como una figura de resistencia poética y libertad individual.

En relación con su influencia en el cine y la televisión, cabría mencionar su repercusión en obras de teatro y performances poéticas que se han producido y representado tanto en España, su país natal, como en México, su país de acogida. A modo de ejemplo se ha seleccionado Memoria de un olvido. Cernuda (1902-1963), un espectáculo escénico dirigido por José Luis Gómez que recorre la vida de Cernuda, su exilio y su obra, utilizando la palabra, la música y las imágenes para crear un retrato impresionista del poeta, y evocando su tránsito vital y artístico a través de sus versos y su voz. El montaje se estrenó en el Teatro de La Abadía y realizó giras por varias ciudades españolas.  

En segundo lugar, aunque no existe una novela gráfica dedicada exclusivamente a Cernuda, su figura aparece en obras ilustradas centradas en la Generación del 27, como La vanguardia es una mujer, de Carla Berrocal. Estas producciones, pensadas para divulgar la historia cultural del siglo XX a públicos más amplios, permiten reinsertar a Cernuda en una red intertextual de voces que reivindican la modernidad, el pensamiento libre y la diversidad.

En tercer lugar, el espacio urbano también ha servido como escenario para homenajear al poeta. En Madrid, un mural dedicado a Cernuda en el entorno del Colegio Público que lleva su nombre fue realizado en 2023 como parte del programa internacional Asphalt Art, promovido por Bloomberg Philanthropies. Esta intervención revitaliza el espacio educativo integrando su figura en la vida cotidiana del barrio. En Sevilla, su ciudad natal, es común encontrar grafitis espontáneos, plantillas y mensajes que aluden al poeta en muros del centro urbano. A nivel institucional, la Diputación de Sevilla encargó al escultor Miguel García Delgado una serie de bustos en bronce distribuidos por distintos municipios andaluces, reafirmando su presencia en el paisaje cultural y social.

​​            El cuarto apartado aborda el reconocimiento patrimonial en Sevilla, ciudad que ha asumido activamente la preservación de su legado. Su casa natal en la calle Acetres nº 6, declarada Bien de Interés Cultural, está siendo transformada en museo y centro de interpretación. Además, existen rutas literarias organizadas por entidades como el Ateneo de Sevilla, que recorren los lugares cernudianos más significativos, como la Puerta de Jerez, la Plaza del Pan o el Jardín de Cristina. La ciudad también ha incorporado su nombre en placas y calles, reforzando su papel como símbolo cultural sevillano.

El quinto apartado destaca la celebración de festivales y actividades culturales que han tenido a Luis Cernuda como eje. El Festival Internacional de Poesía de Sevilla ha dedicado varias ediciones a su figura, con recitales, mesas redondas y lecturas públicas. En 2022, el Ayuntamiento organizó unas jornadas conmemorativas en el marco de su 120 aniversario, coordinadas por el escritor Antonio Rivero Taravillo. Actos escénicos como el recital poético de María Galiana, acompañado por el guitarrista José Torres Vicente, o la obra Entre la realidad y el deseo, inspirada en su participación en las Misiones Pedagógicas, confirman la continua reinterpretación artística de su figura. Asimismo, instituciones como el Centro Andaluz de las Letras han producido exposiciones itinerantes para acercar su obra a nuevos públicos, reforzando su vigencia cultural y su estatura poética.

Del mismo modo, el Instituto Cervantes y la Biblioteca Nacional de España han organizado exposiciones y ciclos de conferencias en su honor. También Correos de España ha rendido homenaje a su figura en alguna ocasión. Concretamente, en 2002 emitió un sello conmemorativo dedicado a Luis Cernuda con motivo del centenario de su nacimiento. Este sello forma parte de la serie “Centenarios” y muestra un retrato del poeta sevillano con la Puerta del León del Real Alcázar de Sevilla de fondo, en homenaje a su ciudad natal. La emisión reconoce la relevancia de Cernuda como figura fundamental de la poesía española del siglo XX y recuerda su trayectoria vital, marcada por el exilio tras la Guerra Civil y su aportación literaria a la Generación del 27. Asimismo, su vida y exilio han sido objeto de exposiciones fotográficas. Como muestra de ello se ha considerado la exposición permanente y virtual sobre la vida y obra de Cernuda que se ha realizado en la Residencia de Estudiantes de Madrid prestando especial atención a su etapa mexicana. La sección dedicada a México recoge fotografías, documentos y objetos personales del poeta durante su residencia en la casa de Concha Méndez en Coyoacán, así como materiales relacionados con su actividad literaria y académica en la UNAM y El Colegio de México.

En último lugar, cabe destacar la repercusión del poeta en el panorama musical español contemporáneo. Las canciones de Paco Ibáñez o Joaquín Sabina son un claro ejemplo de dicha influencia. La relación entre las canciones de este último y Luis Cernuda es principalmente intertextual y de homenaje literario. Sabina ha reconocido explícitamente la influencia de Cernuda en su obra, especialmente en la canción “Donde habita el olvido”, cuyo título toma prestado del célebre poema homónimo de Cernuda (que a su vez dialoga con un verso de Bécquer). En esta canción, Sabina mantiene el concepto central del olvido y la pérdida amorosa, reinterpretándolo en clave personal y contemporánea.

En definitiva, este nodo demuestra cómo la memoria de Luis Cernuda ha sido proyectada desde múltiples lenguajes y formatos, y cómo su palabra poética sigue interpelando, emocionando y dialogando con el presente desde la pantalla, la calle, el papel, el aula y el escenario.

Con todo, compartimos la imagen que corresponde a esta constelación multimodal que hemos diseñado, si bien se recomienda utilizar el siguiente enlace para navegar con completa autonomía y disfrutar de una alta calidad de la imagen.







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